Alemania ya no es Alemania, me explico, ya no es aquella selección disciplinada y ordenada que basaba su juego en la figura del líbero (en Alemania figura casi sagrada encarnada en el gran Franz Beckenbauer) y en la potencia y presencia física de sus delanteros (Torpedo Muller, Janker, Bierhoff, etc), dejando totalmente de lado el juego combinativo que pasaba por tener un centro del campo creativo (y jugadores, por supuesto).
El gran cambio en la filosofía de juego alemana se produjo antes del Mundial de 2006 (ya se antojo algún cambio en la Alemania de la Euro 2004), la llegada de Jürgen Klinsmann al banquillo germano trajo un soplo de aire fresco a los esquemas futbolísticos alemanes hasta entonces imperantes. La idea de "jugar al fútbol"en el sentido más estricto del término comenzó a germinar en el ideario futbolístico alemán. Para llevar a buen puerto este nuevo ideario era necesario contar con una serie de jugadores con un corte futbolístico muy claro, debían ser jugadores con calidad, capaces de levantar la cabeza y mirar al frente y lo más importante jugadores con la suficiente capacidad como para aguantar el balón y soltarlo en el momento justo, cuando la situación lo requiriera, Alemania había tenido jugadores con esa capacidad, el problema es que fueron muy pocos y su calidad quedaba diluida en el esquema alemán (el gran Netzer es el mejor ejemplo de ello, a Ballack lo podríamos incluir, pero en una escala mucho menor).
El gran Günter Netzer con la zamarra del Real Madrid Club de Fútbol, equipo en el que jugó tres temporadas. Es recordado como uno de los futbolistas alemanes con más calidad de la historia.
Dejando de lado a los Netzer y Ballack debemos atender a un año clave para la evolución de la selección alemana de fútbol, el año 2009, Eurocopa sub-21 celebrada en Suecia, Alemania gana el campeonato jugando un fútbol exquisito, como nunca se había visto por parte de la absoluta ni de las categorías inferiores, un tal Mesut Özil es elegido mejor jugador del torneo, en un equipo en el que también se encontraban. Neuer (suplente por cierto), Khedira, Marko Marin, Boateng o Gonzalo Castro como jugadores más destacados. Hay algo que llama poderosamente la atención si os fijáis, la estrellas de esa selección sub 21 en su mayoría son jugadores con raíces no alemanas, tenemos turcos (Özil), bosnios (Marin), tunecinos (Khedira), ghaneses (Boateng) e incluso españoles (Castro).
Este éxito unido al inesperado tercer puesto de los Alemanes en el Mundial de 2006 y a la finalísma de la Eurocopa en 2008 insuflaron al fútbol alemán renovadas esperanzas de cara al Mundial de Sudáfrica de 2010 (Klinsmann dejó la selección tras el Mundial cogiendo el testigo Joachim Löw, proceso similar al que ha ocurrido en el Barça recientemente, cambia el entrenador pero no el ideario ni la formas).
Esa nueva Alemania integrada por jugadores con raíces dispersas por toda Europa unidos a jugadores "nativos" alemanes que cambiaron sus esquemas para adaptarse a los nuevos (cuanto tiene que agradecer Schweinsteiger a Klinsmann y a Van Gaal) fue un equipo capaz de desplegar un gran fútbol que se encontró de nuevo con España (está vez en semifinales) que dio al traste con sus aspiraciones (en ese equipo semifinalista del Mundial 6 de los 11 jugadores titulares tenían origen no alemán).
Este fue el once de Alemania contra Argentina en Cuartos de final del Mundial de Sudáfrica 2010. Klose, Khedira, Boateng, Özil y Podolski, en la final se les uniría Piotr Trochowski, jugadores sin origen alemán, algo inédito hasta entonces en la Mannschaft. En esa selección también estaban Mario Gómez, Aogo y Cacau como jugadores "foreneos".
La nueva filosofía está clara, el impacto de los nuevos jugadores (con ese toque exótico del titulo del post) unido al cambio de mentalidad traída por Klinsmann han hecho de Alemania una selección muy atractiva de ver jugar y más aún la han convertido en una de las grandes favoritas de los últimos torneos tanto continentales como mundiales, los críticos les acusan de no que no han ganado nada (al contrario de la Alemania del líbero, el orden y la disciplina), en una semana empieza la Eurocopa de Polonia y Ucrania, ¿alguien no da como favorita a esta exótica y disciplinada Alemania?.
El espíritu de la Alemania de 1972 campeona de la Eurocopa de ese mismo año queda reflejado en la nueva camiseta de Alemania, en esa selección jugaba como los ángeles Netzer, Günter marca el nuevo camino de la Mannschaft.
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